Oops

Todo se reduce a un corto periodo de tiempo. Vas andando por la calle y escuchas como de una de las innumerables ventanas de un edificio sale esa canción. O quizás estés echando un polvo con tu novia en el asiento trasero de tu coche y pinchen ese tema en la radio. Con el paso del tiempo posiblemente ni siquiera recuerdes el nombre de aquella canción. Lo que eres incapaz de olvidar es la sensación que te deja. Es como pulsar un interruptor y sentir como toda tu vida, tu lista de prioridades se da la vuelta. Y de repente todo consiste en mantener ese sentimiento. Luego, mucho después, vienen los ensayos exhaustivos, las pruebas y los errores, recorrer esta puta ciudad un garito tras otro, los concursos, las derrotas, las victorias, los premios, las entrevistas… en definitiva, todas esas cosas que no nos definen en absoluto. Porque en el fondo, todo lo importante, la verdad sobre quiénes somos y sobre todo quienes queremos ser se encuentra en esos pocos segundos en los que esa increíble sensación te invade al escuchar algo de verdad mientras follas en el asiento trasero de tu coche..