Nosotros creemos en la música, es lo que da sentido a nuestras vidas, su esencia absoluta e inamovible. La música es el arma más poderosa de este mundo, pero sólo para los que saben escucharla. La música es la conexión directa a las estrellas, lo que nos unía a todos cuando aún flotábamos en el vientre materno, el porqué ansiado; el principio de causa. La música es el lenguaje de la vida, hay que amarla incluso más que a uno mismo. De niños nos cerraron los oídos a base de hipotenusas, visigodos y frases subordinadas, ahogándonos el don divino de escuchar los labios de una alondra, el azote de un maizal, el desplome fatigado de una ola que vino a morir a la orilla... El idioma del mundo y su verdadera Torre de Babel.De esa idea de sencillez nace Malahe. Nos reconfortan acordes llanos y sucios en su ejecución, melodías sin batuta, sin recargo. Simples y valientes por su naturalidad absoluta. Notas canallas, maleducadas y callejeras que sólo andando por el filo de la navaja esbocen una sonrisa. Letras que al cantarlas se sientan. Como si las hubieras vivido. Como si quisieras vivirlas. La música no se aprende en los libros, está ahí afuera, saltando de alma en alma, obviando a los desagradecidos y anclándose al corazón sonoro; el que hasta en el latir sabe acompasar el ritmo del universo. La música es el disfraz del aire. Ese que se cuela bajo la piel sembrándotela de mariposas. Es la que entra por el oído y agiganta al niño que llevamos dentro dándole el empujoncito necesario para enamorarse una tarde de domingo.Podemos oír sin querer. En cambio, es imposible ESCUCHAR sin querer, porque para ESCUCHAR hay que “querer”. Quien sepa oír y escuchar con el corazón, podrá decir que realmente ha vivido. Nosotros decidimos llamar "Malahe" a ese todo... Hazlo tuyo desde hoy. Estás invitado a escuchar. ¿Quieres? Te esperamos en www.malahe.es