La Mare empieza a hacer canciones cuando apenas sabe dos acordes con la guitarra.
Cuando más adelante, las muestra al mundo, descubre su vocación en esta manera de abrir su alma.
A día de hoy, perdido el pánico escénico y demás miedos, encuentra detrás del micro (y tb sin él) su sitio de recreo y su oportunidad de dar luz y color al mundo.
Amante de la música en todas sus expresiones, continúa creando canciones que hablan de lo que sucede dentro y fuera de ella, empapándose de diferentes estilos y evolucionando y recreándose a cada paso en su música y sus nuevos temas.