Si hubiese un mínimo de justicia universal, la irrupción de un nuevo disco de los madrileños Deniro, debería ser un acontecimiento masivo en los círculos musicales. Dolorosa cantinela esa del injusto reconocimiento frente a otras propuestas mayoritarias mucho más pobres. Factor no lo suficiente desmoralizador para este combo, ni para los afortunados que los van descubriendo, ya que, posiblemente pocos placeres esconde la nubosidad rockera estatal, como la de conocer a un formación con un potencial artístico como ellos… y es que Deniro, son de esas bandas de las que consigues sentirte orgulloso de seguir, de las que te puedes tatuar su nombre porque no te fallarán y de las que saben cuidar a sus fans, dándoles más de lo que ellos reciben: dos notables álbumes, quince video clips (repito: video clips, no capturas de conciertos), varios singles y unos conciertos con una puesta en escena inusual en nuestro entorno. Todo basándose en la pura artesanía, la gestión propia y la firme convicción en el proyecto. Porque los mayores fans de Deniro son ellos mismos y así actúan.

Deniro cerraban el año pasado con la noticia de la marcha de su icónico cantante, William Miller, que dejaba la formación para prevalecer en su carrera como actor. A priori podría parecer un problema capital, que ha sido subsanado con la incorporación de Dave Gomez. Dave ya colaboraba con Deniro cuando William no podía estar en el escenario y se caracteriza por trabajar con unos registros mucho más melódicos, pero compartiendo lírica e intensidad con su antecesor, pudiendo hacerse un hueco gracias a llevarse a su terreno composiciones "clásicas" de El extraño disfrazado de normal (2010) y de De Héroes y Gobernantes (2013). Bienvenido Dave…

Llega 2014, Deniro se sumergen en los estudios Sadman (Madrid) donde graban y mezclan bajo los controles de Carlos Santos (Hamlet, Toundra) y masterizado en FinnVox (Finlandia) por Mika Jussila (conocido por sus trabajos con Stratovarious, Children Of Bodom o Moonspell). El resultado es este Sueño Que Arde, un álbum que no ha sido ajeno a los cambios. Como contraposición al convulso puñetazo que significaba De Héroes y Gobernantes nos encontramos un álbum armonioso, reflexivo, desnudo, ¿accesible?, creando su trabajo con posiblemente mayor recorrido y mejor envejecer. Dando prioridad total a no perder esa personal huella con la que impregnan todo lo que hacen –su mayor baluarte- con esa facilidad con la que nos pueden transportar de una playa paradisiaca a la asfixia de una habi-tación acolchada. Intensifican las melodías en el corte que da título a la obra Sueño Que Arde jugando con el hardcore melódico, se deja ver el post rock en "Entre Tú y Yo", la bella "Haima de Cristal" es el tema más pop rock que han escrito y en la que se puede comprobar el acierto en la elección de Dave como cantante, su rock noventero tan característico en "Cruce de Caminos", la hipnótica "Exodo", la influencia de los setenta en "Tengo tu nombre", la magia en las estrofas y el magnetismo del estribillo de "Mi Canción", el sugerente coqueteo psicodélico de "Esta no es tu piel" y el muro stoner de "El Luchador" . Todos singles potenciales, todos partes de una obra conceptual en la que un verdadero músico rinde cuentas ante sí mismo y que el oyente lo visualiza como cortos de cine. Una vez más, una grata experiencia, rica en matices con letras con entidad. Abrazar ahora su personal manera de entender el rock es una ocasión única para conseguir una posición privilegiada en la pista de despegue de su alcista trayectoria.

Vicente Merino (Redacto Jefe revista Ruta 66)