Figura imprescindible de la música española, Kiko Veneno ha sabido adaptarse como pocos al pasar de los años y a las nuevas músicas, siendo con cada nuevo álbum una fuente inagotable de creación.Es, sin duda alguna, una figura capital que nos hace entender la versatilidad y variedad de la escena musical española. Es tan audaz como clásico.
Es innegable el salto adelante de sus últimos discos: «HAMBRE» (2021) y «SOMBRERO ROTO» (2019), LPs de un sonido nuevo, deslumbrante y contemporáneo; con canciones en todo el espectro emocional.
De su maestría da fe el acercamiento a su música y sus canciones de muy distintos artistas. De CTangana, Hartosopash, Bronquio… a los Derby Motoretas. De Ariel Rot, Refree, Martin Buscaglia, Rocío Márquez, Tomasito… a Los Delinqüentes. Solo por citar algunos.
Que su terreno más natural parezca el pop flamenco es comprensible, atendiendo a lo conseguido con “Veneno” (LP angular de la fusión) “Échate un Cantecito” (disco generacional y de gran éxito) o «La leyenda del tiempo”. Pero no nos engañemos, Kiko es capaz de llevar su música más lejos: del electropop al rock psicodélico; del tropicalismo al pop con aires africanos.
Es un artista inspirado y mutable, sorprendente. Pero al tiempo tan clásico como para crear escuela. Siempre con letras que inciden en la vida a pie de calle, en ese brillo que tienen las cosas de verdad.