Alguien le ha dado a Chicho una linterna para alumbrar un punto ciego entre la música de verbena, la cumbiatune, el metalcore, el autotune diabólico, la salsa y la música latina de baile, el sonido MIDI, la música que suena en mercadillos y puestos de gofres y la capacidad innata por crear melodías que lo mismo valen para menear el bullarengue que para hacer pogo violento.
Y es que, quien fuera hasta hace tan solo algunas semanas la mitad (la mitad peluda, concretamente) de Esteban & Manuel, renace ahora de la tierra en forma de planta silvestre, con pinchos pero imposible de arrancar del suelo: ORTIGA, proyecto en solitario en el que Chicho traerá sus (sic) chichas, sus melodías pop, su querencia verbenera y esa inapelable destreza para crear un imaginario sonoro en el que conviven Rubén Blades, la Orquesta Panorama, Metallica, Bad Bunny, la Miami Sound Machine, Omar Souleyman o el gitano, la cabra y la trompeta.