Multiple dates
C/ Erudito Orellana número 12, Valencia
Los suficientes, esos que nos encomendamos con cierta asiduidad al Doctor Divago, recibimos siempre con ilusión cualquier novedad musical de la más longeva banda valenciana en activo porque, entre otros motivos, sabemos que se trata de un valor seguro que nunca decepciona, además de ser un rara avis en el mundillo musical español.
Su anhelado duodécimo álbum, grabado y mezclado entre los estudios Elefante y Stardust de Valencia, mantiene la formación que viene rodando desde 2003, justo después de “Un minuto antes de la realidad” y antes de la magna “Revuelta elemental”. De este modo el vocalista y compositor Manolo Bertrán vuelve a estar flanqueado por Chumi a la armónica, Wally a la batería, Edu Cerdá al bajo y David Vie a la guitarra. A ellos se suma la habitual producción de Dani Cardona más las colaboraciones puntuales de Victoria García con el cello, Vanessa Juan con la trompa o Gabriele del Vecchio con el órgano.
El contenido de este “Complejo Alquería Frailes 13” explora una vez más el universo propio marca de la casa. Desde ese intrigante átomo que aparece en la portada, como si la parte más minúscula e indivisible atesorase la materia prima que apasiona a sus fans y que puede atraer a potenciales oyentes que, tal y como ha sucedido en los últimos años, se subirán al carro e incrementarán la leyenda de una banda de culto tan querida en el panorama nacional.
No faltan las canciones más introspectivas, en esta ocasión las que me han evocado a aquel muchacho corriente llamado Armando en “La muerte y otras sorpresas” de Mario Benedetti, al mostrar diferentes vidas que cohabitan en “el otro yo”, como “Mi querido amigo”, “Todos los cielos son la misma vida” o un “El gemelo malvado” que apunta directamente a convertirse en uno de los himnos favoritos del disco. También hacen acto de presencia esas historias con connotaciones contemplativas o trascendentales, como “Engáñame”, “El humor” o “Sonámbulo”, o en una vertiente más mística “Los pies en la tierra” o “Al cuarto día”, elegida esta última como adelanto promocional en un vídeo-clip a cargo de Rubén Soler Ferrer.
Además, hay sitio en este disco para registros poco explorados y tesituras novedosas en la dilatada trayectoria de la banda, como la citada “Engáñame” o “El viaje largo”, con un contagioso verso central.
Nos queda cierto tono mordaz para abrir el disco en “Aún queda vino”, un estribillo capaz de paliar cualquier angustia y desesperación. Como colofón reaparece la temática del boxeo, siguiendo la línea de referencias pugilísticas clásicas en el cancionero de Manolo Bertrán, ahora con “El tercer hombre en el ring” basada en la historia del árbitro Ruby Goldstein.
Como suele ocurrir con el Doctor, las canciones de este nuevo álbum, todas ellas repletas de ángulos y estimulantes aristas, crecen en sucesivas audiciones; son de esas que perdurarán cuando el viento y el tiempo arrastren casi todo lo que encuentren a su paso. Son canciones que alimentan el espíritu de los suficientes, esos que sentimos orgullo de pertenecer a la familia Divago y de que continúe en la pomada una banda de tanta categoría.?
Fdo.: Juanjo Mestre ‘Johnny JJ’