Nacida en 1979 en la localidad portuguesa de Santarém, Ana Moura presenta una de las voces más originales del fado. A partir de la música tradicional, la artista ha ido explorando otros géneros y fusionándolos con el suyo propio de una manera muy personal. Su característico timbre grave y sensual transforma con elegancia y naturalidad cualquier melodía a la que convierte en fado a través de su voz. Una explosión emocional inmediata dirigida implacablemente al corazón del oyente.
De familia arraigada a la música, sus padres cantaban, así como toda su familia materna, que aprovechaba toda reunión familiar para cantar y convertir la velada en un concurso de canto. Aunque cantaban un poco de todo, Ana empezó a sentir que, por algún motivo, ella sentía un especial cariño por el fado. El destino desempeñó entonces un papel importante, llevando a Ana a un bar en Carcavelos, en el que ella se dejó ir y cantó un fado. Entre el público se encontraba el guitarrista Antonio Parreira, que, muy impresionado, la cogió de la mano y la presentó en varias casas de fado. Días después, en una fiesta navideña para músicos y cantantes de fado, Ana Moura conocería a las personas que estarían muy presente a partir de aquel momento y fue invitada a cantar. En esta ocasión fue Maria da Fé, copropietaria de la prestigiosa casa de fado Senhor Vinho, la que se quedó impresionada por su talento en estado puro. Además de aplaudirla, Maria da Fé también la invitó a cantar en su local de fado. Fue gracias a esas veladas en Senhor Vinho y otras casas de fado como maduró su canto.
Jorge Fernando recibió la invitación de convertirse en el productor de su disco de presentación, Guarda-me a Vida na Mão (2003). Además de la dirección artística, el músico fue también responsable de seis de las quince canciones del disco, una de las cuales fue elegida
por Ana como su tema de referencia: “Sou do Fado, Sou Fadista” (Soy del fado, soy fadista). La reacción del público y los críticos a Guarda-me a Vida na Mão fue unánimemente entusiasta y Ana Moura pasó a ser de inmediato una presencia habitual en el circuito de Portugal y, con el tiempo, también internacionalmente.
Un año más tarde, en 2004, se publicó Aconteceu, la secuela lógica de su álbum de presentación. Al tratarse de un disco doble, revelaba la extraordinaria ambición de la cantante y mostraba