Desde que Zenet se subió por primera vez a un escenario hasta hoy, han pasado los suficientes años como para que sepamos que no estamos ante un fenómeno producido por una moda pasajera. Menos aún ante un frío producto de las técnicas de marketing. Zenet ha sabido buscar a su público -y encontrarlo- para ofrecerle un proyecto artístico auténtico, personal, sólido y coherente, no un castillo de fuegos artificiales de los que se apagan conforme pasa el primer relumbrón.
A pesar de las dificultades que existen hoy día para la promoción musical, los adictos a Zenet saben esperarle y reencontrarle en cada nuevo trabajo, en cada nueva gira, con una fidelidad que sólo es posible cuando se trabaja duro, sin trampa ni cartón, con autenticidad y talento. Cuando el artista sabe respetar a su público tanto como a sí mismo.
"Los Mares de China", su primer álbum, obtuvo el Premio de la Música al mejor Artista Revelación. Un reconocimiento al que siguió, dos años después, en 2010, el premio al Mejor Disco de Fusión por "Todas las Calles". La Trilogía se cierra en 2012 con "La Menor Explicación", en el que Zenet se adentra por la senda iniciada en sus dos primeros álbumes, abriendo su abanico musical desde la copla al jazz; de los suaves ecos de la bossa a los brillantes compases de una big band.