DANIEL ROMANO
27 de septiembre. Madrid, Boite Live - Concierto IX aniversario Radio City
https://www.ticketea.com/entradas-daniel-romano-madrid/
Precios: 12/15 euros
Puertas: 21h30
28 de septiembre. Valencia. Loco Club
30 de septiembre. Barcelona. Rocksound
1 de octubre. Zaragoza. La Ley Seca
2 de octubre. Santander. Escenario Santander
La música country es un estudio de contrastes. Hay glamour y agallas, deleite y autocomplacencia, desdichas y talento. De Bakersfield a Galveston, las leyendas han comerciado con sus tragicómicos éxitos y fracasos en discos de oro y cadillacs blancos. Pero eso era entonces, los días de los Buckaroos, los trajes de cowboy bordados y la saga de los Hanks han terminado, y se exhiben en vitrinas de museos. Citando a George Jones: “¿Quién va a tomarles el relevo? (Who’s Gonna Fill In Their Shoes?”)
Aquí es donde aparece Daniel Romano, un compositor que ofrece un calmado poso melódico en sus historias de mala suerte. Y si bien las referencias a grandes iconos como Willie Nelson, Waylon Jennings y Merle Haggard son evidentes en su música, esta obviedad sin embargo no desmitifica su talento propio. Romano trabaja a partes iguales la autenticidad y la creatividad, y su universo musical es rico tanto en arquetipos como en archienemigos, lleno de observaciones irónicas y serias confesiones.
Su debut, “Sleep Beneath The Willow”, era pura poesía honky-tonk, y le valió una impresionante recepción por parte de crítica y publico. “El homenaje soñado a toda una era pasada de la música country”, dijo de él el Goble & Mail, y eso es solo un ejemplo de una larga lista de cumplidos que solidificaron la reputación de Romano como artista.
“Come Cry With Me” avanza aún más allá en su caminar estético, musical y visual. Nuevamente autoproducido e interpretado en gran parte por sí mismo, su nuevo disco ahonda en la temática de las decisiones equivocadas, los tiempos duros, las borracheras y las pérdidas. Historias de huérfanos desconsolados, lazos familiares y corazones rotos, que se entrelazan con cuentos que recuerdan a Hank Williams bajo su seudónimo de Luke the Drifter. El profundo murmullo de la grave voz de Romano sirve por el contrario para iluminar el ánimo, y no deja dudas de que es un artista que sabe cómo culminar una gran obra. El disco ha sido nominado a los premios Juno como disco del año en la categoría de música tradicional y de raíces.