Así vivimos en notikumi el Dcode 2014:
La cuarta edición del Dcode Fest, alojado en las inmediaciones de la Universidad Complutense de Madrid, ofreció calidad y variedad a partes iguales, en su edición más vanguardista hasta la fecha.
Con un cartel tan curioso, la expectación estaba servida. Lejos de insistir con la propuesta del año pasado, e incluso de años anteriores, Dcode redefinía su concepto apostando fuerte por artistas internacionales quizá menos populares, pero de igual calidad, sumando un par de grupos nacionales de renombre y, como acostumbra, reservando la primera parte de la tarde para los grupos emergentes. Y, además, traía a Beck.
Una oportunidad sin duda de conocer nuevos artistas en directo, eso sí, no apta para todos los bolsillos.
Las actuaciones de Kitai, Belako o Perro, tempranas por necesidad imperiosa, sobrecalentaron la tarde, mientras empezaba el movimiento en el recinto. Al tiempo que Full terminaban su concierto en el escenario Campus Live, los británicos Band Of Skulls empezaban una ruidosa actuación en el escenario Heineken ante un considerable grupo de gente. Eran las seis de la tarde y el quinto concierto del festival.
La tarde marchó a buen ritmo con la elegante Anna Calvi, cuyo único defecto fue una batería ensordecedora y actuar al mismo tiempo que la chilena Francisca Valenzuela, lo que obligaba a decidir para los que queríamos abarcarlo todo.
La primera gran actuación de esta edición corrió a cargo de Bombay Bicycle Club, impecables y ensalzados por “la hora feliz”. Bailoteos entre los asistentes con la cerveza a dos manos mientras caía la tarde en el recinto.
Algo después actuó Russian Red, con un set en el que predominaban temas de su último álbum “Agent Cooper”, versionando sus propias canciones, lo que complicaba que el público la acompañase.
Fantástico el concierto del joven Jake Bugg, acompañado por su banda y dejando una huella country en el ecléctico festival. Aunque tímido, hizo gala de su peculiar voz, sin duda lo más significativo de su puesta en escena.
Uno de las actuaciones más esperadas y aclamadas fue la de Beck, quien llevaba seis años sin actuar en nuestro país y que demostró que la experiencia es un grado, repasando los temas más famosos de su carrera.
Llegó el turno de Vetusta Morla, que ajustaron el espectáculo de “La Deriva”, para ofrecer un set más afín al festival. Fue equivalente su entrega a la del público, que aplaudió con ganas la noticia de la noche: su próxima actuación en el Palacio de los Deportes.
El cansancio iba apareciendo, pero aún quedaba mucho festival por descubrir. Reseñable la actuación de Wild Beasts, ahogada por el excesivo volumen de La Roux, y agradable el concierto de Crvrches, a quienes ya vimos de lejos al tiempo que su cantante encandilaba a su público más fiel.
El cierre se lo cedimos a los más fiesteros, al ritmo que marcasen Digitalism y Ochoymedio DJs.
- Por Almudena Palacios para notikumi.