Intervalo. Acciones sonoras es un ensayo sobre los contextos de escucha. La tradición musical occidental de los últimos dos siglos (dominada por la música que se llama a sí misma culta) ha intentado neutralizar y hasta borrar los contextos de escucha. Según aquella tradición, la escucha musical sólo es posible y sólo llega a ser plena en la más absoluta concentración, y rodeada del más estricto silencio; el silencio sepulcral es así el único contexto adecuado para la escucha musical, un contexto que más bien es un no contexto, una ausencia (ideal) de contexto. Pero lo cierto es que la escucha musical se da siempre rodeada de otras cosas, rodeada, por ejemplo, de ruido (el ruido que, dice Jacques Attali, es la manifestación constante de la vida). Y esas otras cosas que se dan en el contexto en el que ocurre la escucha no sólo condicionan nuestra actitud de escucha (no sólo tienen un efecto psicológico) sino que transforman la música misma. En la era digital, dice Peter Szendy, el oyente altera la música, opera con ella (hace obras con ella) de manera digital, es decir, numéricamente (con dígitos), pero también con los dedos, como el DJ que modifica el giro de un vinilo tocándolo con las manos. Se trata, por lo tanto, de una escucha que toca.