Havalina es uno de eso grupos capaces de hacerte sentir la onda expansiva de una bomba de 12 megatones, un cruce emocional de dos vías anchas con vientos laterales de 180 km/h. Uno de esos grupos cocinados a fuego lento, disco a disco acumulando fans y dejando vía libre para que el boca a boca haga su trabajo. Difícil que no hayas visto videoclips como “Incursiones” o “Desierto” en tu muro de Facebook o tuiteado por algún “amigo” en las todopoderosas redes sociales.
Tras “Junio” (Estoescasa, 2007), “Imperfección” (Origami, 2009) y “Las Hojas Secas” (Origami, 2010) -y otros 3 discos anteriores como Havalina Blu-, “H” es el cuarto disco de los madrileños, una puerta abierta a un mundo quizás algo menos oscuro y también quizás algo más optimista que su anterior elepé. La trayectoria de la banda tendrá algo que ver con eso, son ya 10 años pisando los escenarios, prácticamente todos los de este país, y su sonido se ha consolidado como uno de los más creíbles y sólidos del planeta indie.
Sus fans se cuentan a miles y cada vez que se anuncia nuevo disco o fechas nuevas tiembla Twitter, no es para menos. El disco fue grabado en este verano en los estudios El Lado Izquierdo bajo la batuta técnica de Dani Ritcher, colaborador habitual de la banda y producido por Manuel Cabezalí. En “H” hay delays infinitos -”Música para Peces”-, capas y capas de guitarras -“Norte”-, hay contundencia rítmica y esas letras tan características, pero también hay sitio para sutilidades -“Animal Dormido, Animal Despierto”- e incluso un guiño algo más obvio al mundo gatuno en ”Compañía Felina”.
Su directo es demoledor, piel en carne viva, una apisonadora de guitarras manejadas con la maestría de Manuel Cabezalí, quizás el mejor guitarrista de su generación, un akelarre invocando a los dioses Thurston Moore y Josh Homme. No hay duda de que se unen a la fiesta.
Escuchen “H” que vienen curvas, de esas que te hacen mover la cabeza de arriba a abajo, de esas que provocan que nos mordamos el labio inferior y miremos a los lados.
Temas como “El Estruendo”, “Viaje al Sol” o “La Antártida Empieza Aquí” son razones suficientes para sonreir y poder decir con la boca bien grande que Havalina es uno de los mejores grupos de rock que ha destilado este país.
Ha llegado el día D, ha llegado la hora de “H”.