Podríamos volver a decir que Zenet, nacido hace 45 años en Málaga, es uno de los más interesantes y ricos cantantes españoles. Visceral, emocionante y completo. Pero es mucho más fácil y directo decir que todo lo que toca lo convierte en magia.
Lo hizo en 2008 con Los Mares de China, su primer y sorprendente disco que lo situó en el mapa y con el que recibió el Premio de la Música al mejor Artista Revelación. “Fue un álbum bucanero”, recuerda Zenet. “Un grito del alma sin control. No sabía si llegaría a algún puerto y tenía más la intención de que lo escucharan mis nietos”. También lo hizo con el segundo Todas las calles (2010), premio al Mejor Disco Fusión del año.
Y lo ha vuelto a hacer con La menor explicación, que cierra esta trilogía personal, vital y musical de un músico único en España.
En sólo cuatro años este crooner andaluz ha conseguido tener un estilo propio. Su secreto: buscar, escarbar, jugar en diversos estilos –del fado, al tango, el jazz, el swing o la copla- para absorberlos y crear el sonido zenetiano. En La Menor Explicación bucea entre las cuerdas de Django Reinhardt, las teclas de Bola de nieve y la respiración de Chet Baker, entre otros, sin dejar de ser Zenet.
Una crónica sentimental de 10 canciones transformada en una comedia romántica con final feliz. “El amor es un pretexto para explicar la condición humana”, cuenta Zenet sobre las letras de Javier Laguna. “Porque al hablar del amor también se habla de la desidia, del aburrimiento, de la esperanza, la ensoñación y lo futurible”.