THE LEGENDARY TIGERMAN (PORTUGAL)"Por su puesto que no es fado todo lo que reluce en el panorama musical portugués. Y The Legendary Tigerman sobresale como uno de los grandes nombres con su inseparable guitarra y su vocación de hombre orquesta. Su álbum Femina, disponible en España a través del sello Resistencia, lo retrata como un personaje completamente outsider, que se ha desatado con una apuesta por la heterodoxia más absoluta. Bajo su imagen glamourosa, se esconde un talento capaz de concitar glam, soul y blues sin perder los papeles por el camino. Femina reúne colaboraciones tan espectaculares como las de Asia Argento, Cibelle, Peaches, Rita Redshoes, Lisa Kekaula (la voz de The Bellrays). Y estas dos últimas le arroparon en sus recientes conciertos en Oporto y Lisboa, donde Paulo Furtado - nombre verdadero de un cantante sin complejos - cosechó unos clamorosos éxitos. Por si hacía falta que lo expresara, Furtado se confiesa un gran admirador del músico neoyorquino Alan Vega (la mitad del dúo Suicide, donde le acompaña su escudero Martin Rev como coautor de un legado de enorme influencia en el rock actual, como no podía ser menos tratándose de punk con máquinas): <, >, . The Legendary Tigerman lleva una década actuando profusamente no sólo en Portugal sino en Francia y en otros países (apenas en España, pues una vez más pasa casi desapercibida una propuesta interesante del país vecino). <, >, , comenta al respecto. Paulo Furtado procede de la mágica Coimbra, cuna universitaria lusa, aunque reside en Lisboa. <, >, , señala quien fue lider del grupo Tedio Boys, antesala de su otro proyecto: Wraygunn."Francisco Chacón (EL MUNDO)
LISA &, THE LIPS (EEUU)Lisa Kekaula, la explosiva y muy carismática líder de los Bellrays, junto con alguno de sus miembros vienen a presentarnos su nuevo proyecto Lisa &, the Lips, una descarga de Soul con muchísima energía como no podía ser de otra manera tratándose de quien se trata. Esto es lo que nos cuentan sobre ellos…."Dicen que la curiosidad mató al felino de marras. Pero sin curiosidad casi nada se mueve un milímetro más allá de lo conocido. Y la vida es mucho más aburrida, claro. Por curiosidad y porque la hoja de servicios de Lisa quita el hipo. Por eso me he saltado algún que otro prejuicio moral. Demasiadas noches escuchando a los responsables de Heart of Gold deshacerse en elogios hacia el nuevo proyecto de la señorita Kekaula y sus L.I.P.S. Que uno tiene paciencia, pero todo tiene un límite: que si ha banda que la acompaña es la monda, que si la mezcla entre músicos de distinta procedencias con mucho funk en su sangre (y en sus pelos) y americanos (omnipresente siempre Bob Vennum) ha encajado al milímetro, que si suenan mejor que los Bellrays, cosa nada sencilla…Por momentos desconectaba del aluvión de halagos y recordaba el impacto que supuso la irrupción de ese trueno de mujer en el panorama musical. Discos crudos, la energía de las calle de Detroit fundida de forma indisociable con gotas de la mejor música negra… ¿Indisociable? Lo confieso: nunca le vi un mal concierto, pero perdido el factor sorpresa guardé espacio en mi disco duro mental para no olvidar un concierto tributo a Sam Cooke. Lisa, la protagonista principal, fundamentalmente aparcaba la parte más proteínica y contundente de su personalidad para abrirse en canal y dejar brotar el soul, su enorme alma.Tened un poco de fe, nos pidió Lisa hace unos años. Y nuestra fe siguió acompañando sus pasos, de forma merecida. Ella, mientras, dosificaba caricias y sopapos sonoros, ronroneos aterciopelados y arrebatos desbordados de decibelios. Hasta aquí podíamos leer. Pero empezaron los ensayos y las sesiones de grabación con sus L.I.P.S., y con ello los rumores. Y tuve que hacerlo. Aprovechando mi última visita al cuartel general de Heart of Gold, y dado que sus líderes espirituales se encontraban reunidos en el despacho contiguo, deslicé hacia el interior de mi bolsillo una copia del compacto con las primeras canciones registradas por la banda. Tenía poco tiempo, tuve que actuar con rapidez. Minutos después me escabullí a la francesa: ¡¡necesitaba escucharlo!! Y ellos no estaban dispuestos, ya que las canciones no estaban rematadas ni masterizadas. Nimiedades.Salí a la calle Alcalá, pillé un taxi y le pedí al conductor si podía poner el compacto. Un cd-r, sin créditos ni anotaciones, huérfano de explicaciones. Explicaciones innecesarias: al tercer tema estaba en trance. Al sexto, pidiéndole al (sorprendido) conductor que regresara al punto de salida de la carrera. No iba a devolverles el compacto, faltaría más. En realidad, negaría bajo tortura habérmelo agenciado. Pero necesitaba saber más: fecha de publicación, previsión de conciertos, colarme en un ensayo…Llamé de nuevo al interfono para su sorpresa (no habían reparado en mi ausencia) y dije que había ido a por tabaco.Cuando sepa algo más, se lo cuento".Alfred Crespo (RUTA 66)