El ex Zodiacs Íñigo Coppel es un getxotarra que vive en Madrid hace tres años. Suele acercarse a menudo para actuar por estos pagos y a partir de ahora lo hará con un debut brillante a pesar de su título victimista: 'Perdón por existir' (Buffalo-El Diablo). El disco es de rock de raíz yanqui y lírica inteligible, extensa y en muchas ocasiones más honda de lo que da la sensación. El acompañamiento es sobrio y reconocible, siempre al servicio de rock dylaniano entre Más Birras y Lucero, medios tiempos entre Sabino Méndez y Elliott Murphy, rumba calamariana, deje Josele Enemigo, la frontera de Quique González o un Tom Petty trágico, el tumbao stoniano como Loquillo o Los Rodríguez, y un bajón emocional final superior al del afectado Nacho Vegas en 'Primera y última canción de amor'.