Dicen que la música es el puente que une todos los rincones de la Tierra, pero ¿une a todas las personas que en ella habitan? Probablemente, en esto pensaban Músicos de Guardia cuando decidieron que Gestos de Rock debía ver la luz con su nombre impreso en braille en la portada. Pero, para llegar a este punto de la historia, antes hay que remontarse al año 2004, y, al llegar a ese momento, retroceder aún más en el tiempo para hallar el principio de todo y entender este proyecto. Pablo tenía unos diecisiete años cuando hizo del mundo de la música su mundo y, desde entonces, podemos decir que ha vivido con una guitarra en las manos. El currículum de este músico es tan amplio, que quizá no acabaríamos nunca de enumerar los trabajos que ha llevado a cabo desde que empezó hasta hoy; así que no voy a centrarme en su paso por el grupo de Graham Foster, su colaboración con Patricia Kraus o su aportación como docente en seminarios de jazz y diferentes escuelas de música, porque ahora mismo es mucho más importante su papel como compositor y arreglista en Músicos de Guardia, al que aporta, no sólo calidad musical, sino experiencia, rodaje y generosa visión profesional a lo que él y Robe pretenden hacer con su trabajo. De forma paralela, Roberto tradujo sus inquietudes musicales en forma de composiciones tras descubrir que una guitarra podía aportarle mucho más que excelentes veladas en buena compañía; así que, tras dedicar varios años a tocar en un par de grupos, en los que combinaba versiones de otros autores con canciones propias, decidió embarcarse en algo más serio. En la actualidad, el vocalista de Músicos de Guardia continúa estudiando guitarra bajo la tutela de su profesor, amigo y compañero de viaje, Pablo Gisbert, al tiempo que recibe clases de piano en la escuela de música Ad Libitum (Ontinyent). El verano de 2004 es el punto de encuentro en el que los caminos artísticos de ambos músicos empiezan a perfilarse como uno solo, el momento en el que Robe y Pablo se convierten en Músicos de Guardia y dan el pistoletazo de salida a su andadura, lenta pero segura, en el vertiginoso mundo de la música, su música. A priori, puede parecer que estos chicos nada tienen que ver el uno con el otro, pero basta con escucharlos y verlos subidos a un escenario para darse cuenta de que creen en lo que hacen y hacen lo que creen, y eso es mucho más de lo que pueden decir la mayoría. He oído comentar alguna vez que Pablo y Robe crean “una mezcla explosiva”, y creo que Gestos de Rock es una más que buena razón para pensar que es cierto. ¿Por qué una maqueta? ¿Por qué dar a conocer este íntimo trabajo? Los ocho temas que componen esta grabación surgen de toda una vida de experiencias, de un bagaje vital que, en principio, pertenece a Roberto, pero que, bien mirado, podría ser de cualquiera. Esa es la magia de la música, y eso es lo que se pretende con este proyecto: llegar, llegar a todos y a cualquier lugar, poner palabras y banda sonora a cualquier vida, a cualquier momento... Por eso, principalmente por eso, todos los implicados (de una manera u otra) en este viaje entendimos que, utilizar el sistema Braille, era una de las mejores formas para conseguir este propósito y, a la vez, aportar un valor añadido al trabajo de estos músicos que, para bien o para mal, viven y vivirán, constantemente, de guardia. Ysi Gonzalez.
Más información: http://www.myspace.com/musicosdeguardia#ixzz0rZdKQBPD