Luna y Panorama de los Insectos se nutre de la música de los sueños. Guitarras acústicas, a veces dulces, otras urgentes. Bajos, baterías y percusiones musculosas. Cuerdas de piano y violonchelo que añaden a la belleza el teatro. Todo cataliza en las voces. Carlos Luna a través de los personajes de una mitología moderna y distinta, de un lenguaje propio lleno de referencias a lo íntimamente onírico, al mundo secreto de las palabras, nos propone este viaje inconsciente.
Los sonidos hablan.
Las palabras son la música de los deseos.
Fuerza visual escénica, textos especialmente cuidados, instrumentos nobles y arreglos musicales muy trabajados. Imagen sobria. Elegancia, belleza, fuerza. Todo delante de tus ojos.